jueves, 14 de junio de 2012

HABÍA UNA VEZ....

Bueno creo que en estos últimos días, de manifestaciones, de protestas y reindivicaciones, creo que todos en algún momento hemos reflexionado sobre nuestra vida como profesores y educadores y quería comentar mi caso. Ayer, cuando oía el escrito que pronunció Alfonso Lázaro de Fernando Sabater, se desperto en mí una sensación de alegría, y quería compartirla con vosotr@s. Primero para entender todo, diré que soy ingeniero agrícola, pero mis estudios no me han impedido en realizar a la par una faceta educadora, trabaje en el barrio San Pablo de Zaragoza y me involucre mucho en los temas de huertos ecológicos y medio ambiente. El caso, que yo siempre cuento una historia, de estas de abuelos, y es que... La primera vez que vine a Andorra fue a una boda para llevar una especie de disco movil de unos amigos en su boda, que se celebró en San Macario. Claro al ver la central me di cuenta de que nunca más iba a volver a aquel sitio era el "springfield de Teruel". Cosa curiosa, que 3 años más tarde, estando en las listas de mi especialidad me llamaron para venir a trabajar al Gloria Fuertes. Creo que fueron 4 meses maravillosos donde aprendí a conocer más a las personas y sus valores y descubrí que me inspiraba este trabajo, que disfrutaba enseñando, formando y educando y además despertaba en mi un optimismo que desconocía. Al año siguiente volví a parar en Andorra esta vez para todo el año y que ha durado hasta ahora, siendo profesor de la UIEE. Creo que fuí de un extremo de alumnado a otro pero en ambos casos veía el mismo optimismo. Intentaba potenciar, en todo momento, los valores de los chicos y chicas haciéndoselo ver. Estos años he conocido a un equipo de profesores donde me sentía cómodo, arropado y que me enseñaban a tratarlos. Durante estos años he conocido otra Andorra, pues cogí afición a la bicicleta a las andadas y a descubrir la existencia de este Teruel, y tengo que decir que me he enamorado. Me he enamorado de mi profesión trabajando en equipo estando con un alumnado en riesgos de abandono en dialogar con ellas y ellos, he aprendido de su manera de ver la vida y he intentado transmitirles con alegría mis experiencias sensaciones y consejos. Y además!!!! He podido trabajarlo, como instrumento educativo, con un huerto ecológico y la naturaleza como si de un aula abierta se tratase. Y puede resultar gracioso este comentario pero esta libertad de enseñanza y la respuesta del alumnado son premisas suficientes para justificar que se han hecho bien las cosas. Todo esto viene, a que, durante estos 5 años que he trabajado en programas de diversificación he visto la utilidad de éstos empleando otros valores más educativos y a lo mejor menos formativos, que dudo mucho, lo pudiera haber realizado en alguna otra escuela "de otra índole" (con la experiencia de haber trabajado en una Escuela Familiar Agraria). He visto como algunos han cambiado su actitud frente al estudio y se han lanzado incluso en realizar un ciclo formativo. Cosas impensables al comienzo de sus andaduras por la ESO y UIEE. Mi reflexión es: ¿y el año que viene que? ¿Donde van estos chicos? ¿Nos hemos equivocado a la hora de realizar este programa? Si ha sido positivo, ¿porque los van a reducir? No obstante, valorando hasta el día de hoy, agradezco a la escuela pública, a Andorra y a Teruel su acogida, a los alumnos que han pasado sus alegrías, sus conversaciones, sus preocupaciones, sus risas, incluso sus enfados y, como dicen ellos "sus liadas pardas". No se que pasará el año que viene pero creo que ante todo... SOY OPTIMISTA PORQUE SOY PROFESOR Y EDUCADOR Y ESTOY CONTENTO DE QUE SE ME HAYA ACEPTADO, MIMADO EN ESTE MUNICIPIO Y PROVINCIA. POR UNA ESCUELA PUBLICA DE TOD@S Y PARA TOD@S Francho.

4 comentarios:

  1. ¡Qué bueno Francho!!!!
    Gracias por compartir "tus batallitas" con nosotros.. por recordarnos lo fundamental, lo que no podemos olvidar ni permitir que nos arrebaten.
    Fabiola Lacueva

    ResponderEliminar
  2. Gracias Francho.Todos tenemos que agradecerte el trabajo que haces con tus "chicos". Sería decepcionante que todo ese trabajo se lo cargara la política educativa de estos impresentables. Espero contagiarme de tu optimismo porque falta nos hace.
    Hace mucho tiempo, cuando a Bilbao no le habían lavado con el Guggenhein y demás, leí una frase de Xavier Rekalde que decía algo sobre esa ciudad, y que me pareció que podía aplicarse perfectamente a Andorra. Te la copio:
    " A mí me hablaron siempre de su fealdad(...) pero yo notaba, debajo del tizón, la belleza escondida y el pálpito vivo de un corazón hermoso y desplegado para servir de acogida"
    Rosa Pérez

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Francho, no se que decir, me han emocionado tus sinceras palabras, solo derte un gran abrazote y decirte que me gustaría mucho seguir teniéndote como compañero, por mucho tiempo, en esta hermosa, y necesaria, batalla de la escuela pública.
      Jesús Gómez

      Eliminar
  3. Genial el artículo Francho, me ha encantado este cuento tan real y que trasluce el compromiso y la ilusión de las personas que disfrutamos con la profesión docente. Tu paso por el Gloria Fuertes también dejo huella por tu implicación con el alumnado.

    Peña

    ResponderEliminar